lunedì 17 maggio 2010

U1. Ergonomía y comodidad. Inteligencia vs Internet.

El hombre desde hace mucho tiempo ha tratado de descubrir los misterios de la mente, cómo la información perdura y luego es procesada; ha querido saber cómo funciona el cerebro y como obtiene información para luego devenir en conocimiento. Cierto, no ha sido su único interés. Lo importante de todo este proceso es notar cómo cada explicación ha incidido directa e indirectamente en prácticas y estrategias educativas (institucionalizada), influyendo, por consiguiente, en las prácticas sociales de cada época...

El hombre desde hace mucho tiempo ha tratado de descubrir los misterios de la mente, cómo la información perdura y luego es procesada; ha querido saber cómo funciona el cerebro y como obtiene información para luego devenir en conocimiento. Cierto, no ha sido su único interés. Lo importante de todo este proceso es notar cómo cada explicación ha incidido directa e indirectamente en prácticas y estrategias educativas (en la instrucción), influyendo, positiva o negativamente, en las prácticas sociales de cada época.
Actualmente se sabe que el cerebro trabaja por asociación y este proceso depende de la necesidad inmediata de información, alejándose y acercándose de la idea inicial, creando toda una red de pequeños paquetes de información que finalmente confluyen en la construcción del sentido. A pesar de conocer tan compleja dinámica cerebral, por mucho tiempo se ha promovido una lógica lineal en la obtención de información y la generación de conocimientos. Para José Calderoni y Valeria Pacheco la linealidad ha acarreado graves consecuencias en el sistema educativo de nuestro país. Considero, sin embargo, que el problema no radica en la linealidad por sí misma sino en qué momento ésta se presenta. Es decir, en el proceso de la instrucción se ha dado muy poco espacio a la reflexión y a la creación pensado que el momento más importante es la “producción” de conocimiento. No puede existir la sistematización del conocimiento sin un verdadero ejercicio de reflexión, lo demás es sólo una simulación.
Pues bien, resulta entonces interesante notar que la Internet posibilita la obtención de la información de forma similar a la dinámica cerebral, es decir, se aleja y se acerca del argumento de partida, en búsqueda de información que posteriormente completará un nuevo bloque de conocimiento. Entonces ¿cuál es el problema en la relación información e inteligencia? Se escucha decir con mucha frecuencia que las tecnologías vuelven “inútiles” a las personas, las hace menos inteligentes. Realmente es un dilema y ser categóricos al respecto podría ser una conclusión injusta hacia la tecnología y hacia el hombre, su creador. Intentemos, irónicamente, poner orden en nuestra reflexión. Es cierto, internet y cerebro son parecidos en el proceso de extracción de información, pero notemos que para el humano éste es un proceso previo a la construcción del sentido. Entonces, el hecho de que la hipermedia sea, por así decir, ergonómica no significa en lo absoluto que existe conocimiento, solo es una etapa. Muchos estudiantes y profesionales (me incluyo) recabamos una gran cantidad de información la cual no sabemos posteriormente ordenar. En esto tienen razón esas voces. “Copiar y pegar” lo encontrado genera un falso estudiante y genera también un falso profesor, en muchas ocasiones lejos de encontrar estrategias de verificación. El problema no está en la ergonomía de la herramienta, sino en todo un sistema educativo que no ha encontrado los métodos adecuados para aprovechar una herramienta que, bien diseñada, con objetivos claros, potencia una etapa importantísima en la construcción del conocimiento. Necesitamos de expertos que profundicen más en el fenómeno, expertos que puedan desde una perspectiva pedagógica (no técnica) capacitar a otros profesionales, especialmente a los profesores para saber usar la herramienta con fines de aprendizaje.
Nos hemos detenido sólo en la primera etapa, en la cual el cerebro se encuentra cómodo, y si no se ayuda al usuario es muy fácil que se apoltrone en la comodidad y la herramienta quede mal aprovechada.